Las estafas aumentaron significativamente en la pandemia, con pérdidas acumuladas para los consumidores de unos 2,300 millones de dólares en 2021, según la FTC.
El 46% de los hispanos declararon haber sido víctimas de una estafa telefónica durante el año 2021, mientras que sólo el 33% de la población general de Estados Unidos dijo lo mismo en una encuesta de Truecaller, una empresa de identificación de llamadas.
Los latinos son especialmente vulnerables a las estafas porque los estafadores se dirigen a ellos con más frecuencia, posiblemente para aprovecharse de las barreras lingüísticas y de la preocupación por el estatus migratorio, según un estudio de la AARP.