En muchos casos, las oficinas han abandonado sus protocolos de seguridad en un esfuerzo por recuperar al mayor número posible de trabajadores.
Algunas incluso han abandonado sus requisitos de vacunación. Y ese es uno de los retos del momento.
Muchas personas, especialmente las que están inmunodeprimidas o tienen familiares inmunodeprimidos, siguen teniendo verdaderos problemas para volver a la oficina.