Europa podría tener que cortar la calefacción este invierno, ya que el racionamiento de energía parece inevitable.
A principios de esta semana, Rusia retiró sus planes de reabrir un importante gasoducto a Alemania.
La decisión dejó a la Unión Europea tambaleándose: Francia pide a los ciudadanos que compartan coche y bajen los termostatos. También han pedido a las empresas que apaguen los carteles por la noche.
Los gobiernos están gastando miles de millones para proteger a sus países del aumento de las facturas de energía. Pero se acerca el invierno, y los dirigentes temen que los precios de la energía se desborden a medida que bajan las temperaturas.