Las visitas de telesalud se dispararon durante la pandemia cuando los estadounidenses buscaron atención a distancia. Pero un nuevo informe indica que algunos proveedores incurrieron en posibles fraudes o despilfarros, lo que costó a Medicare 128 millones de dólares en el primer año de la pandemia de COVID.
Como resultado, los reguladores están instando a la administración Biden a reforzar la supervisión para garantizar que millones de estadounidenses puedan acceder a la atención a distancia, salvaguardando al mismo tiempo el dinero de los contribuyentes.