Solo una parte de los residentes de Puerto Rico -que aún se tambalean por el huracán María de hace cinco años- han recuperado la energía y el agua después de que el huracán Fiona tocara tierra allí este fin de semana.
Las tormentas provocaron cortes en la red eléctrica de Puerto Rico, que ha estado en ruinas desde que el huracán María devastó el territorio estadounidense en 2017.
Los apagones se han vuelto aún más comunes y los precios de la energía se han disparado desde que Luma, una empresa privada, se hizo cargo de la red el año pasado.
Las facturas de energía de los residentes son en promedio 0,20 dólares más costosas por kilovatio hora que en el territorio continental de Estados Unidos.