El Mes de la Herencia Hispana comenzó inicialmente como una celebración de una semana de duración en 1968 bajo el mandato del presidente Lyndon Johnson, quien, en ese momento, dijo: “Las personas de ascendencia hispana son los herederos de misioneros, capitanes, soldados y agricultores que fueron motivados por un espíritu de aventura, y el deseo de establecerse libremente en una tierra libre.”
No fue hasta 1988 cuando el presidente Ronald Reagan amplió la semana a 31 días completos -hasta el 15 de octubre-, manteniendo la fecha de inicio del 15 de septiembre por coincidir con el día de la independencia nacional de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. Asimismo, México lo celebra el 16, Chile el 18 y Belice el 21.
Pero incluso antes de que Johnson se decantara por el término hispano, había un gran debate dentro de las entidades gubernamentales sobre cómo referirse a los latinos en Estados Unidos, explica a NPR Cristina Mora, socióloga de la Universidad de California en Berkeley.
Mora, que escribió sobre la adopción del término hispano en Making Hispanics: How Activists, Bureaucrats, and Media Created a New American, descubrió que el uso de la categorización está ligado al Censo de Estados Unidos y sus intentos de identificar y cuantificar diferentes grupos de personas.
El Pew Research Center informa de que en la década de 1930 los latinos que vivían en Estados Unidos, independientemente de su lugar de nacimiento u origen familiar, eran anotados como “mexicanos” por los contadores de la Oficina del Censo de Estados Unidos. No fue hasta 1970 cuando la agencia comenzó a pedir a los latinos que vivían en EE.UU. que se autoidentificaran como “mexicanos, puertorriqueños, cubanos, centro o sudamericanos, otros españoles” o “no, ninguno de estos”. Sin embargo, esto dio lugar a una extraña e inesperada subrepresentación de estadounidenses blancos que entendieron mal las clasificaciones. Al parecer, cientos de miles de personas confundidas que viven en las regiones del sur o del centro de EE.UU. se identificaron erróneamente como centroamericanos o sudamericanos, según Pew
Pero incluso con los subgrupos latinos añadidos, Mora dice que el Censo de 1970 volvió a dar lugar a un grave subregistro de la población minoritaria pero creciente, lo que a su vez provocó una reacción nacional de activistas, académicos y líderes cívicos que exigían una representación justa.