Un número cada vez mayor de hombres se somete a una cirugía radical y costosa para crecer de tres a seis pulgadas. El truco: Hay que romperse los dos fémures.
Fue el verano pasado cuando, aparecieron por primera vez los anuncios en Facebook del Instituto LimbplastX, una clínica de Las Vegas.
El Instituto LimbplastX ha estado atendiendo al doble de su número normal de pacientes, y a veces hasta 50 personas nuevas al mes. Esta afirmación está respaldada por un informe de la BBC que sugiere que cientos de hombres en Estados Unidos se someten ahora al procedimiento cada año.
Pero la altura masculina, sobre todo la ausencia de ella, es uno de los últimos estigmas sociales.
Según un estudio realizado sobre hombres australianos, los bajitos ganan menos dinero que sus compañeros más altos (unos 500 dólares al año por cada centímetro) y tienen menos probabilidades de ascender en la escala empresarial (según una encuesta, la altura media de un director general masculino de Fortune 500 es de 1,80 metros).