China ha ampliado el uso de estaciones terrestres de satélites en Sudamérica, lo que ha llevado a varios gobiernos a expresar su preocupación por las intenciones de Pekín, según un nuevo informe.
El programa espacial de China tiene vínculos estrechos pero opacos con el ejército de algunos países, lo que alimenta la preocupación de que las instalaciones, aparentemente civiles, también puedan ser utilizadas para la recolección de información y la vigilancia.
La proximidad de las instalaciones sudamericanas, en particular, “a Estados Unidos ha aumentado los temores de que puedan utilizarse para espiar activos estadounidenses e interceptar información sensible”.