El grupo de países productores de petróleo, conocido como OPEP+, acordó reducir la producción en 2 millones de barriles diarios, lo que supone su mayor recorte desde que el mundo se apagó en abril de 2020. La idea es que un menor volumen de petróleo en el mundo hará subir los precios, de los que muchos de estos países dependen para obtener ingresos.
La OPEP+ está aprovechando los temores económicos para justificar el recorte de la producción.