Las pequeñas universidades y las grandes -como Harvard, Duke y Yale- están compartiendo cursos, es decir, se están asociando para ofrecer a los estudiantes una mayor variedad de clases.

La demanda en las universidades ha disminuido debido a las preocupaciones por los préstamos estudiantiles y a las vías de educación alternativas, como los cursos mucho más baratos que ofrecen las empresas tecnológicas.

Las universidades de artes liberales se enfrentan a otro reto, ya que los estudiantes se alejan de las carreras de humanidades, como inglés o filosofía, en favor de las que ofrecen una trayectoria profesional clara, como codificación o ciberseguridad.

Al compartir cursos, la escuela más grande transmite sus clases ya desarrolladas en línea a los estudiantes de ambas escuelas. Es un escenario en el los estudiantes pueden asistir a la escuela de su elección y seguir tomando las clases que deseen.