Las autoridades colombianas están reanudando las conversaciones de paz con la última gran fuerza guerrillera del país.
La semana pasada, el gobierno del presidente Gustavo Petro y los líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) cerraron un acuerdo para iniciar las negociaciones en noviembre.
Cuba, Venezuela y Noruega actuarán como observadores y mediadores.
Petro también anunció recientemente que otros nueve grupos armados han acordado un alto el fuego y que el gobierno suspenderá los bombardeos aéreos.
Las negociaciones podrían ayudar a Colombia a poner fin a más de 50 años de violencia interna que ha dejado casi medio millón de muertos, 120,000 desaparecidos y millones de desplazados.