El Departamento de Trabajo dio a conocer una propuesta que haría más probable que millones de conserjes, trabajadores del hogar, de la construcción y conductores sean clasificados como empleados en lugar de contratistas independientes.
Las empresas están obligadas a proporcionar ciertos beneficios y protecciones a los empleados, pero no a los contratistas, como el pago de un salario mínimo, horas extras, una parte de los impuestos de la Seguridad Social de un trabajador y las contribuciones al seguro de desempleo.
La norma propuesta es una prueba que el Departamento de Trabajo aplicará para determinar si los trabajadores son contratistas o empleados de las empresas.
La prueba tiene en cuenta factores como el grado de control que tienen los trabajadores sobre la forma en que realizan su trabajo y las posibilidades que tienen de aumentar sus ingresos haciendo cosas como ofrecer nuevos servicios. Los trabajadores que tienen poco de ambas cosas suelen considerarse empleados.