Los mexicanos están utilizando el sargazo para fabricar ladrillos sostenibles para construir viviendas.
El sargazo, un tipo de alga marina o marrón, está creciendo a niveles récord en el Caribe. Libera gases tóxicos al pudrirse en las playas, afectando al turismo, y reduce los niveles de oxígeno del mar, matando la vida marina.
Los ladrillos no son tóxicos, son asequibles, son orgánicos, pueden ayudar a regular la temperatura y duran al menos 120 años.
Los ladrillos Sargablocks se han utilizado para construir docenas de casas para residentes de bajos ingresos de Quintana Roo.