El líder chino ha exigido cada vez más que las empresas se ajusten a los objetivos del Partido Comunista, una agenda que redobló esta semana en una importante reunión política.
Durante su década como líder de China, Xi Jinping ha promovido con regularidad la importancia de la apertura de la economía, incluso cuando ha empujado al país en la dirección opuesta.
Xi, que se espera que consiga un tercer mandato innovador cuando el congreso del Partido Comunista concluya esta semana, sólo hizo tres referencias a los mercados en su discurso de casi dos horas de duración.
En su lugar, se centró en cuestiones de seguridad nacional y corrupción, ensalzó los proyectos estatales en materia de vuelos espaciales y superordenadores, y prometió crear un papel más importante para el socialismo y el sector público.