A menudo oímos hablar de los rayos que caen sobre los aviones y causan daños, pero ¿es esto realmente preocupante? Resulta que las aeronaves están diseñadas para resistir la caída de rayos. De hecho, muchos aviones comerciales reciben el impacto de un rayo cada año sin que se produzcan efectos negativos.

La piel metálica de un avión actúa como una jaula de Faraday, que es un recinto que protege contra los campos electromagnéticos. Esto significa que la corriente eléctrica de un rayo se distribuye uniformemente por el exterior del avión y no afecta en absoluto al interior.

Aunque un avión puede soportar el impacto de un rayo, no es una buena idea volar en una tormenta. Los rayos pueden causar otros problemas a un avión, como interrupciones en las comunicaciones por radio y daños en los motores. Por estas razones, los pilotos suelen evitar volar en tormentas eléctricas si es posible.

Así que, la próxima vez que veas un rayo mientras estás en un avión, ¡no te preocupes! El avión está diseñado para protegerte de la descarga eléctrica.