La victoria de Lula significa que todos los países y economías más grandes de América Latina tendrán líderes de izquierda.
En su anterior mandato (2003-2010), Lula persiguió un papel geopolítico en consonancia con el auge de la economía brasileña. Bajo su mandato, Brasil lideró una intervención internacional en Haití e intentó una diplomacia nuclear con Irán.
También cultivó estrechos lazos con China, una de las áreas que podrían provocar tensiones con Washington en esta ocasión. “Los BRICS volverán”, dijo un funcionario estadounidense a Axios con poco entusiasmo, refiriéndose a la asociación entre Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica que Lula ayudó a forjar.
Las circunstancias de Brasil han cambiado desde que Lula dejó el cargo, en gran parte debido a una década de recesión económica.
La agitación política interna de Brasil podría dificultar que se centre en los acontecimientos más allá de sus fronteras.