Las relaciones de pareja pasan por varias fases en las que su vínculo se ve amenazado por muchos aspectos, desde la fase de enamoramiento desenfrenado hasta las discusiones y desacuerdos, pasando por el estancamiento y la posterior separación.

A lo largo de la vida, la mayoría de las personas pasan por momentos de ansiedad ante las rupturas. Muchos pasan la mayor parte de su tiempo preguntándose qué fue lo que salió mal y qué llevó a la ruptura.

Sin embargo, la verdad es que los fracasos amorosos a veces son simplemente fases de la vida que nos proporcionan experiencias para fases posteriores. Sin embargo, es tormentoso e inevitable reflexionar sobre las razones que provocaron la crisis.

A veces la relación se acaba antes de que nos demos cuenta, los sentimientos hacia el otro cambian al igual que los comportamientos. Una de las claves más importantes para reconocer que el amor está cambiando es la constancia de los miembros de la pareja.

Poco antes de la ruptura, las salidas conjuntas dejan de ser tan frecuentes e incluso se convierten en “moletas”. Una de las razones podría ser que la pareja tiene problemas de comunicación.

Los psicólogos sostienen que la comunicación asertiva entre dos personas enamoradas es necesaria si el objetivo vital de ambos es que los sentimientos se desarrollen y se condensen en algo formal. Por lo tanto, es importante no saltarse los momentos de conversación profunda, sino crearlos para dejar claro tu punto de vista y el de tu pareja.