Para que tu hijo sea exitoso como es tu deseo, debes estar atenta a las necesidades y conocerlo muy bien para lograr detectar sus gustos, habilidades y deficiencias.
No es correcto pensar que un niño por ser pequeño no puede valerse por sí mismo; claro está, lo que el niño haga debe estar de acuerdo con su edad y capacidades, las cuales van de menos a más.
Un niño entre los 4 y 6 años empieza a mostrar cierta independencia, puede desarrollar algunas destrezas y seguir las reglas de un juego infantil.
No es para nada conveniente sobreproteger a tu hijo, pues se volverá un niño temeroso e inseguro; en cambio, si en casa comienza a tener algunas responsabilidades y no lo hace bien, no debes regañarlo, sino animarlo a que lo intente otras veces para que se fomente su autoconfianza y responsabilidad.
Asígnale todos los días algunas labores y explícale sobre la importancia que todos en casa colaboren y se hagan cargo de lo que les toca, valorando siempre el esfuerzo que el niño hace. Con este sencillo ejercicio diario, tu hijo aprenderá que todo se puede lograr, pero hay que trabajar para tenerlo; tampoco es conveniente darle a tu hijo todo lo que pide, ya que no aprenderá a valorar las cosas y desarrollará el síndrome de niño emperador.
Permite que tu hijo trate de solucionar sus problemas y conflictos solo; no subestimes su capacidad de hacerlo, solo porque es pequeño. Mejor observa de cerca cómo busca resolver los problemas y en caso de que no pueda, entonces interviene y ayúdalo.