En cualquier momento podemos empezar a hacer cambios positivos en nuestra vida, sin necesidad que sea un nuevo año.
Nuestros hijos también pueden aprender a planificar su tiempo y a establecer objetivos a corto y largo plazo.
Para ayudarlos, especialmente si todavía son pequeños, podemos hacer juntos una lista de los nuevos propósitos. Aquí te damos algunos ejemplos:
• Limitar el tiempo de uso del móvil y los videojuegos.
• Aprender algo nuevo, ya sea un nuevo idioma, a pintar, a tocar un instrumento o desarrollar alguna habilidad específica.
• Pelear menos con los hermanos
• Compartir más tiempo con la familia
• Visitar más lugares dedicados al arte y cultura
• Ayudar en las labores del hogar
• Tener mejores hábitos de estudio
• Aprender a manejar mejor las emociones