Hoy en día es casi imposible evitar el uso de la tecnología por parte de los adultos y desafortunadamente, los niños también comenzaron a tener mucho más acceso a los dispositivos móviles que tienen apariencia de inofensivos, pero que pueden traer consecuencias negativas.
Un estudio realizado por la Universidad de Gotemburgo, encontró que ese exceso en el uso de los móviles, puede traer estrés y depresión.
Para controlar la necesidad de estar conectados permanentemente se recomienda:
• Desactivar notificaciones.
• Fijar un horario de uso.
• Mantenerlo en modo avión.
• Colocarlo lejos de la mesa cuando se come.
• Desactivar sonidos que informan sobre una notificación.
Para muchos es casi imposible desconectarse del celular, sin embargo, se hace necesario analizar el daño que se causa a nivel físico y emocional producido por el exceso de uso de esos aparatos.
ADULTOS
Para los adultos que trabajan, los efectos son los más dañinos, ya que deben pasar gran parte de su tiempo conectados a un celular, por trabajo y por ocio, lo que trae consigo la disminución del rendimiento laboral y falta de concentración por estar pendientes del aparato.
ADOLESCENTES
En este grupo de edad, los efectos adversos se manifiestan en problemas sociales, relacionamiento con los demás, falta de comunicación y empatía, baja tolerancia a la frustración, además de promover la obesidad por el sedentarismo que esto trae y problemas de insomnio.
NIÑOS
Los niños ahora están expuestos a los celulares desde que son muy pequeños, favoreciendo los berrinches cuando se les priva del aparato, déficit de atención, retrasos cognitivos, impulsividad y problemas de aprendizaje.