Más de 1,200 niños de toda la provincia de Barcelona se dirigen al colegio en una masa crítica de bicicletas apodadas “bici-bús”, que llegan al colegio más felices y activos y crean amistades entre los niños del barrio.
Las más de 90 rutas ya dan servicio a más de 70 escuelas en 25 ciudades de Cataluña, y familias de todo el mundo, desde Portland (Oregón) hasta Edimburgo (Escocia), han adoptado la idea.
En la actualidad, la ruta media del bici-bus es de 1.5 kilómetros y todas están diseñadas para que los niños puedan circular fácilmente, utilizando los carriles bici cuando están disponibles, pero compartiendo los carriles con los coches.
El mayor problema para las escuelas, según Vilardell, es el almacenamiento de las bicicletas.