Los espacios verdes en las ciudades están relacionados con los beneficios sociales, ecológicos y económicos, según sugieren las investigaciones realizadas en países como Australia, China, Finlandia, India, Estados Unidos y, ahora, Sudáfrica. Más allá de la estética, los espacios verdes urbanos mejoran la calidad del aire, regulan las aguas pluviales, contrarrestan el calor urbano, crean empleo y favorecen la salud física y mental.
Sudáfrica tiene uno de los índices de delincuencia más altos del mundo. Un estudio reciente del Instituto de Estudios de Seguridad de Pretoria (Sudáfrica) ha descubierto que el aumento de las zonas verdes en Sudáfrica entre 2010 y 2019 se correlaciona con menores índices de delitos violentos y contra la propiedad.
Los resultados respaldan estudios anteriores de Estados Unidos que concluyen de forma similar que la presencia de espacios verdes en entornos urbanos puede reducir potencialmente la frecuencia de los delitos violentos.