¿Sabías que tomar una ducha caliente antes de irte a la cama puede hacer maravillas por tu sueño? Es cierto. Una ducha caliente no solo te relaja, sino que puede mejorar significativamente la calidad de tu sueño. Aquí te explicamos por qué.
La sensación de calor de una ducha caliente aumenta la temperatura corporal, lo que a su vez mejora la circulación y oxigenación de la sangre. Todo esto se traduce en una mejor relajación muscular y una menor sensación de dolor.
Pero eso no es todo. Tomar una ducha caliente también tiene un efecto sobre nuestro sistema nervioso, ya que el calor aumenta la producción de endorfinas, las hormonas del bienestar. Esto te ayudará a calmar los nervios y a relajarte, lo que es clave para conciliar el sueño.
Así que si te cuesta dormir, o simplemente quieres mejorar la calidad de tu sueño, no dudes en tomar una ducha caliente antes de irte a la cama. ¡Te sentirás como nuevo!