La Copa del Mundo de 2022 está en marcha en Qatar, con un telón de fondo de controversia sobre el historial de derechos humanos del país.
En los años y meses previos al evento, los críticos han puesto el ojo en el trato de Qatar a los trabajadores inmigrantes, sus leyes sobre la homosexualidad y las actitudes hacia las mujeres en la sociedad.
Los trabajadores que construyeron la infraestructura para el evento han descrito condiciones extremadamente difíciles, salarios impagados y varias muertes entre sus filas. Algunos jugadores e innumerables aficionados al fútbol han manifestado su creencia de que el deporte debe ser inclusivo, un sentimiento que, según dicen, va en contra de las leyes de Qatar.
Antes del inicio del domingo, el Presidente de la FIFA, Gianni Infantino, lanzó una explosiva diatriba contra los críticos occidentales del evento.