Los proveedores de pruebas de coronavirus de China han informado de un aumento de las tasas impagadas, ya que los gobiernos locales, con problemas de liquidez, luchan por financiar un programa de pruebas masivas que es fundamental para la política de “cero covirus” del presidente Xi Jinping.
Los registros públicos muestran que las cuentas por cobrar de las 11 principales empresas de pruebas de PCR del país se dispararon casi un 90% de un año a otro hasta alcanzar los 38,000 millones de RMB (5,400 millones de dólares).
Las autoridades locales chinas están sufriendo una caída de los ingresos, ya que la segunda economía del mundo se ve golpeada por la estricta política contra el coronavirus y por el declive del sector inmobiliario.