En una serie de tuits, Musk, el nuevo propietario de Twitter, acusó a Apple de amenazar con retirar a Twitter de su App Store, lo que impediría a algunos nuevos usuarios descargar la aplicación.
La acción equivaldría a la censura, dijo Musk, añadiendo que Apple también había reducido su gasto en publicidad en Twitter.
Con estos tuits, Musk preparó el terreno para una lucha de poder entre el hombre más rico del mundo y la empresa pública más valiosa del mundo. Apple no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Desde que Musk asumió el mando, decenas de personas responsables de mantener la desinformación en la plataforma han dimitido o han perdido sus puestos de trabajo.