Las investigaciones han demostrado que la pandemia de COVID-19 ha tenido un fuerte impacto en la salud mental de los adolescentes, exacerbando las tasas de ansiedad y depresión.
Pero un nuevo estudio ha descubierto que también puede haber envejecido sus cerebros unos cuantos años.
Investigadores de la Universidad de Stanford analizaron resonancias magnéticas tomadas a personas de entre 15 y 18 años antes de la pandemia y las compararon con las tomadas a sus compañeros durante la pandemia.
Los nuevos escáneres mostraron que los cerebros de los adolescentes parecían unos tres años más viejos que los de sus homólogos anteriores a la pandemia, según el estudio publicado el jueves en Biological Psychiatry: Global Open Science.