La atención plena significa concentrarse en el momento presente, mientras reconoces y aceptas con calma tus sentimientos, pensamientos y sensaciones corporales. Los principios de la atención plena también se aplican a la alimentación consciente, pero el concepto de alimentación consciente va más allá del individuo; lo que comes afecta al mundo. Comemos para tener una salud total.

Aunque las opciones alimenticias ideales para comer conscientemente son similares a la dieta mediterránea, centradas en frutas, verduras, granos integrales, semillas, nueces y aceites vegetales, la técnica se puede aplicar a una hamburguesa con queso y papas fritas. Al prestar verdadera atención a los alimentos que comes, puedes disfrutar de este tipo de alimentos con menos frecuencia. En esencia, la alimentación consciente significa estar completamente atento a la comida, mientras la compras, la preparas, la sirves y la consumes. Sin embargo, adoptar la práctica puede requerir más que unos pocos ajustes en la forma en que abordas las comidas y los refrigerios.

A continuación, te compartimos algunos consejos:

1. Comience con tu lista de compras. Considera el valor para la salud de cada artículo que agregas a tu lista y respétalo para evitar compras impulsivas. Llena la mayor parte de tu carrito en la sección de productos agrícolas y evita los pasillos centrales, que están llenos de alimentos procesados, y las papas fritas y los dulces en el mostrador de pago.

2. Ven a la mesa con apetito, pero no cuando tengas un hambre voraz.

Si te saltas las comidas, puedes estar tan ansioso por tener algo en el estómago que tu primera prioridad sea llenar el vacío con cualquier alimento que se te atraviese.

3. Comience con una porción pequeña.

Puede ser útil limitar el tamaño de su plato a nueve pulgadas o menos.