Las nuevas leyes pretenden eliminar la mayoría de los fumadores para 2025 y reducir drásticamente el número de expendedores de tabaco autorizados.
Nueva Zelanda ha aprobado una amplia legislación destinada a evitar que los menores se conviertan en fumadores, que incluye la prohibición de por vida de la venta de cigarrillos a todos los nacidos después de 2008.
En 2011, Nueva Zelanda anunció por primera vez sus planes para reducir los niveles de tabaquismo por debajo del 5% de la población para 2025.
A lo largo de los años, el precio de los cigarrillos ha aumentado hasta situarse entre los más altos del mundo, con un paquete de cigarrillos que cuesta unos 20 dólares.
Con estas medidas, el tabaquismo ha disminuido en general. La tasa nacional de fumadores adultos se ha reducido a la mitad en la última década. Sólo el 8% de la población adulta de Nueva Zelanda fumaba a diario en 2022, según las estadísticas del gobierno.