Hay dos tipos de hígado graso:
- Hígado graso no alcohólico
- Hígado graso por alcohol, que también se llama esteatosis hepática alcohólica.
Los principales síntomas son:
- Inflamación
- Cansancio
Malestar general
• Debilidad.
• Pérdida de apetito.
• Náuseas.
• Color amarillo en la piel y los ojos (ictericia)
• Picazón.
• Acumulación de líquido e hinchazón en las piernas y el abdomen.
• Confusión mental.
• Sangrado gastrointestinal.
En el caso que se presenten complicaciones a largo plazo, el paciente puede llegar a desarrollar cirrosis hepática.
A continuación, te mostramos algunas frutas que te ayudan a tratar el hígado graso:
MANZANAS
Se recomienda consumir al menos una manzana verde cada día, ya que posee la capacidad de reducir el nivel de azúcar en sangre y ayuda a limpiar el hígado.
Las manzanas tienen ácido málico que evita el desarrollo de piedras en el hígado y los riñones.
CÍTRICOS
Las frutas cítricas favorecen la depuración del hígado y fortalecen el sistema inmunitario porque poseen propiedades antioxidantes, además de contener grandes cantidades de vitamina C.
POMELO O TORONJA
El pomelo está compuesto por enzimas que estimulan el hígado que ayudan a eliminar las grasas y las toxinas.
Contienen ácido málico y carotenoides, elementos que contribuyen al mantenimiento del hígado.
Además, contiene naringenina que permite descomponer los ácidos grasos acumulados en el hígado y eliminarlos.