Muchas personas enfrentan el rechazo de sus padres cuando les presentan a su prometido. Aunque puede ser difícil de superar, es importante recordar que, al final, usted es quien decide a quién se casa. No deje que el rechazo de sus padres interfiera en su relación o le haga sentir inseguro. Aquí hay algunos consejos para manejar la situación.
Comience por hablar con sus padres para tratar de averiguar por qué no les cae bien su prometido. A veces, los padres tienen razones válidas para no estar de acuerdo con la elección de su hijo, como si creen que la persona no es adecuada para él o ella. Otras veces, los padres pueden estar simplemente celosos de que su hijo esté a punto de casarse y dejar el hogar. Independientemente de la razón, es importante que usted y sus padres se sienten y hablen sobre el problema.
Trate de llegar a un acuerdo con sus padres. Si ellos tienen preocupaciones válidas, tal vez puedan llegar a un acuerdo sobre cómo manejar la situación. Por ejemplo, si sus padres creen que su prometido no es adecuado para usted, tal vez puedan acordar que se casarán en unos años cuando hayan tenido tiempo de conocerse mejor.
Sea comprensivo con sus padres. Aunque puede ser difícil, trate de entender que sus padres solo quieren lo mejor para usted. No se enoje con ellos o trate de hacerlos sentir mal por no estar de acuerdo con su decisión. En su lugar, trate de hablar con ellos de una manera calmada y razonable para que puedan llegar a un acuerdo.
Prepárese para seguir adelante sin el apoyo de sus padres. Si después de hablar con ellos y tratar de llegar a un acuerdo, sus padres aún no están de acuerdo con su decisión de casarse, entonces es posible que deba seguir adelante sin su apoyo. Esto puede ser difícil, pero recuerde que usted es quien toma la decisión final sobre a quién se casa. No deje que el rechazo de sus padres interfiera en su relación ni le haga sentir inseguro.