Esta semana, el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, detalló una propuesta de cumbre de paz, pero declaró a The Associated Press que Kiev sólo negociaría con Moscú si Rusia se enfrentaba primero a un tribunal de crímenes de guerra.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, respondió que Kiev tendría que aceptar las exigencias de Moscú -incluida la renuncia a las cuatro regiones ucranianas que Moscú afirmó haberse anexionado en septiembre- o, de lo contrario, “el ejército ruso se ocupará de este asunto”.
Las posiciones de línea dura sugieren que ambas partes creen que tienen más que ganar militarmente. Funcionarios estadounidenses y europeos han llegado a la conclusión de que es poco probable que se produzcan conversaciones serias para poner fin a la guerra en un futuro próximo.