En los casos contra Harvard y la Universidad de Carolina del Norte, se espera que el Tribunal Supremo anule o haga retroceder la discriminación positiva en las admisiones universitarias.
Estos retrocesos podrían incitar a las universidades a poner fin a otras prácticas de admisión que, según los críticos, han beneficiado históricamente a los más adinerados.
Algunas universidades ya han puesto fin a los requisitos de exámenes estandarizados y a las preferencias para los hijos de antiguos alumnos.
También hay presiones para poner fin a la decisión anticipada, que admite a los solicitantes antes de la fecha límite general.