La adaptación de un niño a la guardería comprende desde el momento ingresa a la institución hasta que logre integrarse completamente.

Este proceso es muy importante y requiere de la intervención tanto de las maestras como de los padres y familiares.

Muchas madres se angustian porque pueden pasar semanas y hasta meses y el niño no ha podido adaptarse o llore cada vez que lo dejan en la guardería.

El ingreso de los niños a la guardería ocurre cuando tienen entre 6 y 18 meses de edad, y es todavía un bebé que está muy apegado a su madre o a la persona que lo cuida. Entonces, el niño ingresa a la guardería y siente ansiedad de la separación y el miedo a lo desconocido; esto es completamente normal.

El período de adaptación es diferente en cada niño y por lo tanto no hay un tiempo correcto para ello.

Para facilitar la adaptación del niño a la guardería, sería conveniente que la mamá acompañe al niño hasta el salón de clases, permanezca con él allí, converse con la maestra y así el niño comprenderá que la guardería es un lugar familiar y que está a salvo. No se recomienda esperar un momento de descuido del niño para salir sin despedirse ni alargar la despedida, ya que le causaría más ansiedad.