Es posible que se hayan pagado más de 60,000 millones de dólares en prestaciones fraudulentas del seguro de desempleo durante la pandemia de Covid-19, según un informe publicado por la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de Estados Unidos.
Sin embargo, el organismo de control advirtió que la estimación tiene limitaciones y debe interpretarse con cautela. El importe real del fraude en las prestaciones de desempleo por la pandemia puede ser “sustancialmente superior”.