Un antiguo mercenario de Wagner afirma que la brutalidad de la que fue testigo en Ucrania acabó empujándole a desertar.
Andrei Medvedev declaró desde Oslo, la capital de Noruega, donde busca asilo tras cruzar la frontera ártica desde Rusia.
“Acorralaban a los que no querían luchar y los fusilaban delante de los recién llegados”, alega. “Trajeron a dos prisioneros que se negaron a ir a luchar y los fusilaron delante de todos y los enterraron justo en las trincheras que habían cavado los aprendices”.
El joven de 26 años, que dice haber servido anteriormente en el ejército ruso, se unió a Wagner como voluntario. El grupo de mercenarios se ha revelado como una pieza clave en la invasión rusa de Ucrania.
Medvédev dijo que informaba directamente a los fundadores del grupo, Dmitry Utkin y el oligarca ruso Yevgeny Prigozhin, a quien describe como “el diablo”.