En un frío día de invierno, los clientes del Starbucks del centro de Nueva York compran café, se calientan y charlan. Pero una persona recorría la tienda, saludando a los clientes y ofreciéndoles guantes y calientamanos.
Thashana Jacobs es una trabajadora de una organización local contratada por la cafetería para atender a las personas sin hogar que frecuentan la tienda en busca de un lugar cálido donde descansar y usar el baño.
El programa es un ejemplo de cómo las empresas privadas pueden cubrir lagunas en una red social. También apoya a los camareros y al personal de las cafeterías, que a menudo pueden convertirse en interlocutores de facto con las poblaciones vulnerables, a menudo sin la formación adecuada.
Jacobs se detiene a saludar a un cliente habitual y le anima a visitar un centro de acogida en el centro de la ciudad, ya que se espera una tormenta y bajarán las temperaturas. En sus rondas, lleva una carpeta con diversos recursos, como folletos con información sobre los comedores sociales y ropa de abrigo.