Los ronquidos y los conflictos de horarios son las principales razones por las que las parejas deciden dormir en dormitorios separados.
Dormir separados es más frecuente de lo que se cree: Una de cada cinco parejas duerme en habitaciones separadas, y casi dos tercios de las que lo hacen, lo hacen todas las noches, según una encuesta realizada en enero a 2.200 estadounidenses.
Y los diseñadores de interiores han reconfigurado las casas para transformar dormitorios separados en contiguos, una disposición que cada vez demandan más parejas, según los diseñadores, que han observado un aumento de las peticiones de parejas que duermen separadas y quieren que una habitación secundaria esté tan cuidadosamente decorada como la principal.
Quizá estas parejas hayan encontrado el secreto de la felicidad doméstica: una habitación propia. Todo el mundo duerme mejor, sin que le molesten los ronquidos incesantes de su pareja, su afición a robar mantas o su devoción por el TikTok hasta altas horas de la noche.