Entre los donantes del GOP, las principales voces conservadoras e incluso algunos partidarios, existe una creciente preocupación de que DeSantis se haya extralimitado en su lucha contra la “wokeness”, ya que busca apuntalar el apoyo conservador antes de una muy esperada campaña para presidente en 2024. Varios rivales potenciales para la nominación del Partido Republicano han aprovechado el enfoque impetuoso de DeSantis y su estilo de gobierno verticalista para establecer fuertes contrastes con el popular republicano.

Cuando los legisladores del estado de Florida se reunieron a principios de este mes para otorgar a DeSantis nueva autoridad sobre Disney World -como castigo por la oposición de la compañía a una medida que restringe cierta instrucción en las aulas sobre orientación sexual e identidad de género-, el gobernador republicano de New Hampshire, Chris Sununu, arremetió contra esta decisión.