Desde el momento en que nos convertimos en padres, tenemos una responsabilidad inmensa con nuestros hijos, ya que el futuro de ellos depende en gran parte de la crianza que les demos.
Por lo general, los padres creen que con cubrir sus necesidades materiales y brindarles una buena educación es suficiente, sin embargo, algunas veces no se dan cuenta que sus hijos tienen un gran potencial que si se les prestara más atención podrían llegar mucho más lejos.
Primero que todo, debemos auto examinarnos, porque si somos personas tóxicas, conflictivas, depresivas y con mala actitud, todos esos factores influyen y será muy difícil poder animar a los hijos.
Para mejorar la autoconfianza de los hijos, ellos deben recibir amor, caricias, besos y abrazos para fortalecerse emocionalmente y se sientan amados y respetados.
Una cualidad muy importante que se debe enseñar a los hijos es la empatía con los demás, así dejan de ser egoístas y se convierten en personas generosas, bondadosas y con la capacidad de ayudar a los demás sin esperar nada a cambio.
El respeto también es algo que se aprende en casa, ya que, si como padres gritamos a los demás y los tratamos de mala manera, ellos también lo harán.
A medida que crecen, se debe ir elevando su autoestima; cómo hacerlo: al involucrarlos en actividades donde se sientan útiles. No se debe hacer todo por ellos, mejor es alentarlos, motivarlos y reconocer sus logros, aunque sean pequeños y nunca se deben recalcar sus errores.