El principal ingrediente de este delicioso brebaje se ve amenazado por el cambio climático y las nuevas presiones sobre el murciélago, polinizador vital de la planta del agave.
Los licores de agave, como el tequila y el mezcal, fueron la categoría de bebidas espirituosas de más rápido crecimiento en 2022, según el Distilled Spirits Council of the US. Los analistas afirman incluso que pronto podría superar al vodka como licor más vendido en el país.
Pero científicos de todo el mundo han dejado claro que la escasez de agua provocada por el cambio climático seguirá ejerciendo una enorme presión sobre la producción de alimentos. El vino y los licores, por desgracia, no se libran de esa previsión. Un estudio de 2019 descubrió que la crisis climática, unida al sobrepastoreo de la ganadería y otras actividades humanas, puede alterar la distribución y el cultivo del agave, el principal ingrediente del tequila.