En el año transcurrido desde que Rusia invadió Ucrania, más de 200,000 personas se han ofrecido voluntarias en Estados Unidos para apadrinar a ucranianos en busca de refugio.
Seattle (Washington) y Sacramento (California) han sido algunas de las áreas metropolitanas más acogedoras en proporción a su población, según datos de Homeland Security.
Más de un cuarto de millón de ucranianos han conseguido entrar en Estados Unidos y más de 113,000 han llegado a través del programa “Unidos por Ucrania”, que ofrece dos años de libertad condicional humanitaria a ucranianos apadrinados por familiares, amigos o desconocidos.