Los mangos son frutas tropicales con hueso del tamaño de una toronja. La piel varía en color de amarillo a verde o rojo-verde; la carne es blanda y amarilla; y el fruto tiene un hueso duro e incomible en el medio.
Los mangos son nativos del sur de Asia, pero ahora se cultivan en otros países, incluidos EE. UU., México y el Caribe.
1. Rico en antioxidantes protectores
Los mangos son una buena fuente de compuestos protectores con propiedades antioxidantes, estos químicos vegetales incluyen galotaninos y mangiferina. Ambos han sido estudiados por su capacidad para contrarrestar el estrés oxidativo asociado con la vida cotidiana y la exposición a toxinas.
2. Puede ayudar a la digestión
Un estudio piloto en 2018 demostró que las personas con estreñimiento crónico que comieron mango durante un período de 4 semanas disfrutaron de una mejora significativa en sus síntomas, en parte debido al contenido de fibra, pero también potencialmente a otros compuestos en la fruta.
3. Puede ayudar a mantener la piel y el cabello sanos
Los mangos contienen niveles razonables de vitaminas A y C. La vitamina C participa en la formación de colágeno, la proteína que actúa como un andamio para la piel, manteniéndola tersa y firme. La vitamina C es uno de los antioxidantes más importantes, desempeñando un papel protector contra el daño ambiental; una deficiencia de vitamina C puede afectar la cicatrización de heridas y aumentar las líneas finas y las arrugas. Nuestro cabello también requiere vitamina C tanto para la producción de colágeno como para ayudar con la absorción de hierro, un mineral importante necesario para el crecimiento del cabello.