Según The Wall Street Journal, la empresa tiene un plan de expansión de 1,000 millones de dólares en Europa y Asia para 2026.
En Estados Unidos, las ventas de Chick-fil-A se han cuadruplicado en la última década, y ahora es la tercera cadena de comida rápida por ventas, después de McDonald’s y Starbucks.
A pesar de cerrar los domingos, los 2,700 locales de Chick-fil-A en EE.UU. facturaron una media de 6.3 millones de dólares en 2021, 4 veces más que KFC y Popeyes.
Desde su nacimiento en 1967, Chick-fil-A ha intentado expandirse internacionalmente -en Sudáfrica en 1996 y en el Reino Unido en 2019- con escasos resultados y oposición local. Ahora tiene ocho locales en Canadá y tres en Puerto Rico.