Las uñas son una parte importante de la apariencia física de una persona y también reflejan su salud general. Sin embargo, muchas personas experimentan problemas con sus uñas, como la decoloración amarilla y la fragilidad. Estos problemas pueden deberse a varias razones, desde una mala nutrición hasta una exposición excesiva a productos químicos y otros factores ambientales.
Uno de los principales culpables de las uñas amarillas y quebradizas es el uso excesivo de esmalte de uñas. Los químicos presentes en los esmaltes pueden debilitar las uñas y causar decoloración y fragilidad. Además, el uso frecuente de removedores de esmalte de uñas también puede ser perjudicial para las uñas, ya que contienen sustancias químicas agresivas.
La exposición constante al agua también puede ser perjudicial para las uñas. Las uñas se hinchan y se ablandan cuando se exponen al agua durante períodos prolongados, lo que las hace más vulnerables a la rotura y la decoloración. Además, los productos químicos en los detergentes y productos de limpieza pueden debilitar aún más las uñas.
Una mala nutrición también puede afectar la salud de las uñas. Las uñas necesitan una variedad de nutrientes, como proteínas, vitaminas y minerales para mantenerse fuertes y saludables. Una dieta pobre en nutrientes esenciales puede hacer que las uñas se vuelvan frágiles y quebradizas.