La buena noticia es que los mismos hábitos que mejoran el sueño de las personas en general sirven también para los adultos mayores con patrones de sueño cambiantes.
Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, evitar las siestas y la cafeína a última hora de la tarde, seguir una dieta sana y hacer ejercicio con regularidad son cosas que ayudarán a conciliar el sueño, según sugieren las investigaciones. De hecho, un pequeño estudio publicado en 2022 descubrió que al menos 40 minutos de entrenamiento aeróbico o de resistencia cuatro veces por semana ayudaban a las personas mayores a conciliar el sueño más rápidamente y a permanecer dormidas durante más tiempo.
Mantener un horario de comidas constante todos los días también puede ayudar a mantener una rutina, que, a su vez, puede ayudar a regular el sueño, al igual que pasar tiempo al aire libre en la luz del sol, que ayuda a mantener la producción de melatonina y el ritmo circadiano del cuerpo.
Los adultos mayores que toman medicamentos también deberían consultar a sus médicos para saber si los fármacos pueden estar interfiriendo en su sueño y si existen opciones alternativas o una dosis diferente.