Tras la muerte de Pablo Escobar a manos de la policía en 1993, el Gobierno tomó el control de su finca y reunió a la mayoría de los animales, pero los hipopótamos fueron abandonados debido al coste y a los problemas logísticos asociados a su transporte.
En la actualidad, la población de los llamados “hipopótamos cocainómanos” ronda los 150, y los científicos advierten de que podrían llegar a 1,500 en 2040.
Ahora se planea enviarlos a ultramar, a un coste muy elevado.
Un total de 70 hipopótamos serán enviados al extranjero, 60 de ellos a un santuario de la India y los otros 10 al Santuario Ostok de México.
“La operación costará unos 3,5 millones de dólares”, declaró een rueda de prensa Ernesto Zazueta, propietario del Santuario de Ostok.