A menudo, las personas que son controladoras con sus parejas no son conscientes de su comportamiento. Piensan que están siendo “protectoras” o “cariñosas”, pero en realidad están siendo obstinadas y manipuladoras. Aquí hay algunos comportamientos típicos de las personas controladoras:

1. No dejan que su pareja tome decisiones.

Las personas controladoras no quieren que su pareja tome decisiones, porque eso significa que tendrían que ceder el control. En lugar de eso, tratan de tomar todas las decisiones por sí mismas. Por ejemplo, deciden qué hacer en una cita o qué comprar para la casa. Esto puede hacer que la pareja se sienta insegura y frustrada.

2. Siempre quieren tener la última palabra.

Las personas controladoras no pueden soportar que su pareja tenga una opinión diferente a la suya. Por eso, cuando están en una discusión, siempre quieren tener la última palabra. No importa si están en lo correcto o no, siempre necesitan tener la razón. Esto puede hacer que la pareja se sienta incomprendida y encerrada.

3. Siempre quieren que las cosas se hagan a su manera.

Las personas controladoras tienden a ser muy exigentes. Quieren que las cosas se hagan exactamente a su manera, sin importar lo que su pareja quiera. Por ejemplo, pueden insistir en que se vayan de vacaciones a un lugar en particular, o que se compren determinados muebles para la casa. Esto puede hacer que la pareja se sienta sofocada y presionada.

4. Critican constantemente a su pareja.

Las personas controladoras son muy críticas con sus parejas. Se les gusta encontrar fallos y señalarlos constantemente. Esto puede hacer que la pareja se sienta insegura y poco valorada.