Un cobaya llamado Randy se convirtió en padre de más de 400 tras preñar a más de 100 hembras.
El parque de animales en el que residía Randy estaba formado por 300 cobayas macho y hembra que estaban encerradas por separado para evitar la reproducción en masa.
Sin embargo, Randy consiguió escapar de su recinto e infiltrarse en el de las hembras, dejando preñadas a más de cien cobayas hembras.
Los propietarios no están seguros del tiempo exacto que Randy pasó en el recinto de las hembras, pero razonan que debieron ser semanas dado el alcance de los embarazos.