La próxima reforma del Servicio de Impuestos Internos (IRS) tiene por objeto aumentar las auditorías de los ricos y las grandes empresas, manteniendo al mismo tiempo las tasas de auditoría de los hogares medios.

El esperado esquema detalla cómo el IRS hará una nueva inversión de 80,000 millones de dólares durante la próxima década.

Los fondos proceden de la amplia Ley de Reducción de la Inflación, aprobada por los demócratas el año pasado y destinada a ayudar a la agencia a tomar medidas contra los defraudadores fiscales y a prestar un mejor servicio a los contribuyentes.

Como resultado de las mejoras, se espera que el IRS recaude más de 100,000 millones de dólares en nuevos ingresos en un periodo de 10 años.

Pero los republicanos se han mostrado críticos con el envío de tanto dinero al IRS y escépticos de que la inversión no conduzca a un aumento de las auditorías de los estadounidenses trabajadores.